Pulgas
He pillado pulgas, pensaba que podían ser ácaros o piojos pero son pulgas. No es la primera vez que me pasa. Al principio me levantaba de la cama con una o dos picaduras en los pies pero conforme avanzaban los días estas iban en aumento y escalando por las piernas al mismo ritmo con que se reproducían a base de alimentarse con mi sangre. Es curioso que la pulga no pica una vez, lo hace tres veces, dejando un camino de picaduras, como si en su recorrido por la pierna marcara la ruta de regreso a su casa en el lugar más oscuro de los pies de la cama. Mi incredulidad y pereza hizo que cuando decidí acabar con ellas fuera demasiado tarde. Todo culpa en parte de no creerme que estuvieran colonizando primero mi cama y luego todo mi cuarto. El Imperio pulgano. El punto se inflexión fue el día que vi una saltando por el cuarto, sin miedo a ser vista y localizada. Hasta entonces solo se habían dedicado a los ataques nocturnos, desapareciendo por la mañana y ...